¿Qué es el pie diabético y cómo se puede prevenir?
El pie diabético es una complicación grave de la diabetes que afecta a los pies de las personas con esta enfermedad. Se caracteriza por la presencia de úlceras (llagas abiertas), infecciones y gangrena (muerte de los tejidos) en los pies, que pueden llegar a requerir una amputación.
El pie diabético se produce por el daño que la diabetes causa en los nervios y los vasos sanguÃneos de los pies. La neuropatÃa diabética (daño en los nervios) provoca una pérdida de sensibilidad en los pies, lo que impide que la persona sienta dolor, calor o frÃo. Esto hace que no se dé cuenta si tiene una herida, una ampolla o una rozadura en el pie, y que no la trate adecuadamente. La enfermedad arterial periférica (daño en las arterias) reduce el flujo de sangre a los pies, lo que dificulta la cicatrización de las heridas y favorece la infección y la gangrena.
El pie diabético es una complicación muy frecuente en las personas con diabetes. Se estima que entre el 15% y el 25% de las personas con diabetes desarrollarán una úlcera en el pie a lo largo de su vida, y que el 90% de las amputaciones de extremidades inferiores están relacionadas con el pie diabético. Además, el pie diabético afecta negativamente a la calidad de vida de las personas, aumenta el riesgo de mortalidad y genera un alto costo sanitario.
La mejor forma de prevenir el pie diabético es controlar los niveles de azúcar en sangre todos los dÃas, ya que esto evita que el daño en los nervios y los vasos sanguÃneos empeore. También es fundamental cuidar la higiene y la salud de los pies, siguiendo estas recomendaciones:
Revisar los pies todos los dÃas, buscando cortes, enrojecimiento, hinchazón, ampollas, callos o cambios en las uñas. Si se tiene dificultad para verlos, se puede usar un espejo o pedir ayuda a alguien.
Lavarse los pies todos los dÃas con agua tibia y jabón, sin remojarlos. Secarlos bien, especialmente entre los dedos, y aplicar una crema hidratante para evitar la sequedad y las grietas.
Cortarse las uñas de forma recta y limar los bordes. Si se tiene problemas para hacerlo o se tienen las uñas encarnadas o gruesas, se debe acudir a un podólogo.
Usar calcetines limpios y sin costuras que no aprieten ni hagan pliegues. Cambiarlos todos los dÃas o más a menudo si se humedecen.
Elegir zapatos cómodos, amplios y que no rocen ni hagan heridas. Evitar usar zapatos nuevos por mucho tiempo o andar descalzo.
Proteger los pies del frÃo y del calor. No usar bolsas de agua caliente ni mantas eléctricas. No caminar sobre superficies muy calientes o frÃas.
Consultar con el médico ante cualquier herida, cambio de color o temperatura en los pies. No aplicar remedios caseros ni productos quÃmicos sin indicación médica.
Acudir al médico al menos una vez al año para que examine los pies y evalúe la sensibilidad y el flujo sanguÃneo.
El pie diabético es una complicación grave pero prevenible de la diabetes. Con un buen control de la glucosa en sangre y un cuidado adecuado de los pies se puede evitar el desarrollo de úlceras e infecciones que pueden poner en riesgo la extremidad. Si se tiene diabetes, es importante estar atento a cualquier signo de alarma en los pies y consultar con el médico ante cualquier duda o problema.
